La Energía aerotérmica es la energía almacenada en forma de calor en el aire ambiente. Las bombas de calor aerotérmicas son capaces de extraer calor del entorno natural y transferirlo al interior de un edificio. Y si son reversibles, se invierte el ciclo y se transfiere el calor del interior del edificio impulsándolo al entorno natural.
El sistema de bomba de calor por aerotermia está compuesto por una unidad exterior (condensadora) y una unidad interior (evaporadora). Utiliza gases refrigerantes.
Gracias a su principio de funcionamiento, por cada kW eléctrico consumido nos genera de media 4 kW térmicos, es decir, 3 kW térmicos los aprovecha del aire. De ahí su ahorro con respecto a otros sistemas de energía mediante combustibles fósiles.
Los sistemas están diseñados para viviendas unifamiliares y pequeños-medianos edificios que dispongan de emplazamiento para las unidades exteriores. Proporcionan con el mismo equipo calefacción , agua caliente sanitaria e incluso refrigeración.
Su combinación perfecta, sería con un sistema de suelo radiante. También son compatibles con radiadores de baja y alta temperatura y/o unidad fancoils.
El principio básico del sistema de calefacción y refrigeración mediante superficies radiantes, consiste en la impulsión de agua a media-baja temperatura, entorno a 35-40ºC en invierno y a los 16ºC en verano, a través de circuitos de tuberías plásticas, con barrera antioxígeno. Estos circuitos se soportan sobre un aislante térmico (paneles de tetones o lisos de distintos espesores) y quedan recubiertos por una capa de mortero de cemento, que los recubre y sobre la que se coloca el pavimento final, que podrá ser: cerámico, madera, piedra, linóleo u otros.
Confort: son los sistemas que mejor se ajustan a la emisión de calor del cuerpo humano.
Menos ruido: reduce tanto el ruido por impacto como los molestos de las conducciones de tuberías.
Más espacio: al ser un sistema embebido en el suelo se incrementa el espacio destinado a las personas.
Gracias a cómo se distribuye el calor en la vivienda y que no emplea el aire como transmisor, a la baja temperatura de impulsión de agua y a la uniformidad de temperatura en toda la vivienda, se consigue un mayor confort con un gasto menor.
La moderada temperatura que necesita el agua que circula en el sistema, hace que sea compatible con cualquier fuente de energía, aunque con la energía aerotérmica se consiguen ahorros energéticos considerables.