La ventilación clásica que se realiza abriendo las ventanas, es puntual y costosa. Los agentes contaminantes más comunes que aparecen derivados de una mala ventilación son: mohos, humedades, vaho persistente, olores, CO2 generado por las personas y el entorno... Para evitarlo, la legislación actual insta a instalar una ventilación mecánica, que se denomina actualmente VMC (ventilación mecánica controlada). Son sistemas diseñados para que el aire entre filtrado en la vivienda, para asegurar su calidad..
El recuperador de calor es un elemento esencial en los sistemas de ventilación mecánica de doble flujo, ya que su utilización reduce el consumo energético. El sistema se encarga de extraer el aire viciado de las estancias e insuflar un aire fresco, limpio y libre de impurezas y a su vez, aprovecha la energía calorífica del aire expulsado para calentar el aire limpio, de manera que se puede llegar a recuperar hasta un 94% de la energía.